A partir de 5 años. De 2 a 5 jugadores.
Desarrollo del juego:
El jugador más joven comienza y
luego se continúa en el sentido de las agujas del reloj. Elige una carta al azar entre las que tiene el jugador situado a su derecha.
Si puede formar una pareja, coloca ambas cartas sobre la mesa delante de él.
Si una de ellas ofrece un poder mágico, este se aplica de inmediato. (Véanse los efectos de los poderes mágicos). A continuación, el turno pasa al siguiente jugador. Si no tiene parejas de monstruos idénticos, termina su turno y le toca al siguiente jugador.
Efectos de los poderes mágicos:
El jugador roba la última pareja presentada (si una de las cartas robadas incluye un poder mágico, este
no se aplica).
El jugador vuelve a jugar y después el juego cambia
de sentido.
El siguiente jugador pierde su turno.
El jugador elige la carta para el siguiente jugador (por
lo tanto, este último no podrá elegir qué carta coger)
Final de la partida:
Cuando a un jugador ya no le quedan cartas en
la mano, la partida termina para él. En ese momento,
pone las cartas frente a él. Los demás jugadores
siguen jugando. Cuando todos hayan terminado,
se cuentan los puntos de valentía de las cartas
colocadas delante de cada jugador: el que más tenga gana la partida.