A los niños les encantan los cuentos, en especial cuando pueden interactuar con ellos. En este libro los
niños ayudan a la mamá cabra a buscar a sus pequeños abriendo diferentes tipos de cierre (nudos, ganchos, un botón,
). Un verdadero estímulo para sus manitas y sus habilidades motrices finas.
Érase una vez una mamá cabra que tenía siete cabritas. Una mañana, ella les dijo: «Tengo que salir un rato. No le abráis la puerta a nadie, a menos que veáis una pata blanca por la ventana. De esta manera, sabréis que soy yo, mamá. ¡Hasta luego!».
El lobo, que estaba escondido detrás de la casa, escuchó todo y metió una de sus patas en harina blanca.
¡Hay alguien en la puerta! Se ve una pata blanca por la ventana. ¿Abrimos?
¡No! ¡Es el lobo! Así que las cabritas salieron corriendo a esconderse.
Veamos si se han escondido bien todas
Empecemos por el armario
Levanta el paraguas, abre la despensa
¡Shhh! Cierra todo de nuevo.
¿Y en la cocina? El lobo ya está ahí, dispuesto a mirar debajo del fregadero. ¿Quién está escondido debajo de la mesa? ¡Rápido! Vamos a volver a poner el mantel y cerrar la despensa.
¿Están las cabritas escondidas en el dormitorio? ¿Debajo de alguna manta o en la cómoda? Vamos a abrochar y cerrar todo antes de que llegue el lobo.
Cuando la mamá cabra llega por fin, encuentra a la cabrita más pequeña escondida en el reloj de pared. Pero, ¿dónde se han metido las otras seis?
En el prado cercano, la mamá cabra y su cabrita más pequeña se encuentran al lobo echando una siesta. Tiene la barriga muy hinchada. ¿Qué tiene dentro?
Vamos a ayudar a la mamá cabra a abrirla
¡Menos mal que todas las cabritas están sanas y salvas! El lobo se las había tragado enteras, ¡sin masticar!
Como hemos aprendido a abrochar y cerrar todo muy bien, ¡hemos abierto al lobo y las cabritas están a salvo!