Nos gusta jugar al aire libre y cuando estamos de vacaciones podemos divertinos sin parar a la vez que aprendemos. Además, el juego es tan importante que nos ayuda a desarrollar nuestras habilidades psicomotoras, nuestro ingenio y destresa, y fortalece nuestros vínculos emocionales con las personas con las que jugamos. ¿Que mejor forma de quemar ese exceso de energía que una carrera de sacos? ¿Y salir a dar una vuelta en patinete? ¡O podríamos jugar con las raquetas! Hagas lo que hagas, un día de juego al aire libre siempre es una buena idea.