SERRANO BURGOS, PILAR
Adrián se ha encontrado en medio del patio una preciosa peonza y
se la ha guardado rápidamente en el bolsillo. Pero, ¡ay!, al rato le asalta un pensamiento entrometido
¿Y SI TIENE DUEÑO?
De la imaginativa mente de Adrián empezarán a surgir los razonamientos más enrevesados (y divertidísimos) para contestar que no a esta pregunta y convencerse de que se puede quedar con la peonza sin ningún tipo de remordimiento.