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¿Por qué se despiertan los niños? Algunas soluciones a los despertares nocturnos
01 MAR

¿Por qué se despiertan los niños? Algunas soluciones a los despertares nocturnos

Una buena noche de sueño puede tener un impacto positivo en la salud de los niños, su bienestar emocional y su rendimiento escolar.

El sueño, aparte de ser una necesidad fisiológica, es esencial en la vida diaria de los bebés y niños. Afecta a su desarrollo físico y mental, a sus emociones, a su aprendizaje y a su bienestar emocional, además de ayudarlos a desarrollar su rutina. Por lo tanto, una buena noche de descanso los prepara para afrontar el día con energía, concentración y buen humor.

¿Por qué es importante que los niños duerman bien?

Durante el sueño, el cuerpo se recupera de las actividades cotidianas y el cerebro procesa la información recibida durante el día. Además, el sueño también ayuda a mantener un buen sistema inmunológico y a regular las hormonas responsables del apetito y el estado de ánimo.

 

Según un estudio publicado en el Journal of Sleep Research, los niños que duermen menos de 10 horas por noche tienen un mayor riesgo de tener problemas de salud mental y emocionales, así como problemas de rendimiento escolar. Sin embargo, muchos niños experimentan dificultades para conciliar el sueño o se despiertan durante la noche, lo que puede ser frustrante tanto para ellos como para sus padres.

Niño leyendo en la cama

¿Por qué se despiertan los niños?

Cuando los niños duermen mal puede deberse a diversas causas y algunos síntomas son: la experimentación de insomnio, pesadillas, terrores nocturnos o la dificultad para conciliar el sueño. Estos problemas pueden estar causados por una variedad de factores como el estrés, la ansiedad, la excitación antes de ir a dormir, la exposición a la luz azul de los dispositivos electrónicos, la falta de una rutina de sueño establecida y los cambios en la vida, como un nuevo hermanito o un cambio de residencia. Algunas razones son:

 

1. No respetamos su horario de siesta: es importante saber cuántas horas tendría que dormir cada niño de día y de noche según las ventanas de sueño. Por tanto, es necesario saber cada cuánto tiene que dormir la siesta.

2. No tiene una rutina de sueño: es recomendable que empiecen a tener una rutina de sueño a partir de los 4-5 meses.

3. Tiene hambre: la falta de descanso es más frecuente en niños que no hacen todas las comidas diarias.

4. Desarrollo físico y neuronal: cuando los niños están desarrollando nuevas habilidades, pueden causarles más inquietudes a la hora de dormir.

5. Estrés emocional: por ejemplo cuando empiezan el cole o nace un hermanito...

6. Malestar: cuando los niños están malitos o tienen molestias porque le estan saliendo los dientes tienen a dormir peor.

7. Se duerme con apoyos de sueño: las ayudas externas les permiten conciliar el sueño. Algunos ejemplos podrían ser: tomar un bibi, tomar el pecho, pasear, dormir en brazos,... Es muy común que los padres acudan a estos recursos para ayudarles a conciliar el sueño como un acto de desesperación.

8. Pesadillas y terrores nocturnos: como dice Olga Sesé en un artículo de su bloglas pesadillas son una de las causas más comunes por las que los peques se desvelan de noche ya que pueden ser bastante aterradoras para ellos. Suelen ocurrir con frecuencia entre los dos y los cinco años o en períodos en los que pueden estar pasando por una situación de angustia o estrés. Podemos abordar este problema hablando con los peques sobre sus miedos y ayudándolos a desarrollar una estrategia para lidiar con las pesadillas. También es útil establecer una rutina de sueño que incluya tiempo para relajarse antes de ir a dormir (Sesé, 2021).

9. Miedos: son más comunes a partir de los 2 años. A medida que los niños empiezan a explorar el mundo y comprenden el significado de estar solos, es natural que muestren ansiedad por la separación, la oscuridad y los monstruos. El miedo a la oscuridad es otra de las razones más frecuentes en los despertares nocturnos y suele ser más común en niños entre 3 y 7 años de edad. Para ayudarles a estar más seguros podemos poner una luz nocturna de acompañamiento en su habitación. 

10. Tiene frío o calor: el entorno de sueño debe ser siempre agradable y saludable para una buena conciliación del sueño. En este sentido, es importante que el niño se sienta cómodo y relajado, de lo contrario, es probable que se despierte con facilidad. Hay ciertas horas de la madrugada en la que los niños son más sensibles a la temperatura. Es recomendable mantener la temperatura de la habitación entre 19 y 22 grados en invierno y 24 y 26 grados en verano. 

 

¿Cómo ayudar a mejorar el sueño en los niños?

Hay algunas medidas que los padres pueden llevar a cabo para ayudar a sus hijos a tener una buena noche de sueño:

- Limitar la exposición a la luz azul antes de dormir, controlando los usos de las pantallas.

- Mantener un horario de sueño regular acorde con su edad, teniendo en cuenta las ventanas de sueño.

- Tener su propio espacio de sueño les ayuda a sentirse seguros y a relacionarlo con el momento de dormir.

- Crear un entorno de sueño agradable, seguro y saludable, controlando la iluminación para favorecer la producción de melatonina.

- Trabajar con los niños para identificar y abordar las posibles causas subyacentes de su ansiedad o estrés.

- Crear una rutina de sueño relajada para ir a dormir, procurando que comience cada noche a la misma hora. Para ello:

1. Elimina el ambiente estimulante reduciendo su nivel de actividad media hora antes de acostarse aproximadamente.

2. El baño les ayuda a relajarse.

3. Cena, asegurándonos que queden saciados y no empachados. Evita la cafeína, los excesos de dulces y los alimentos picantes.

4. Un cuento antes de dormir les ayudará a desarrollar su imaginario, a conocer nuevas palabras y nos beneficiará el tiempo que pasamos con ellos. La lectura los ayudará a empezar a relajarse y bajar el ritmo, además de a entender que es el momento de ir a dormir. Aprender a disfrutar de este momento con los papis hará que también disfruten de la lectura cuando vayan creciendo y nuestra voz les dará seguridad y tranquilidad.

5. Apagar la luz y finalizar la rutina.

Niña despertándose en la cama

En conclusión, el sueño es un aspecto fundamental en la vida de los niños y una buena noche de sueño puede tener un impacto positivo en su salud, su bienestar emocional y su rendimiento escolar. Los padres pueden ayudar a sus hijos a tener una buena noche de sueño tomando medidas simples para mejorar sus hábitos de sueño.


 
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